La pérdida de los hábitats marinos amenaza nuestra supervivencia

Ecosistema marino



Los ecosistemas marinos son los ecosistemas acuáticos más grandes de la Tierra y se distinguen por existir en aguas con un alto contenido de sal.


Cuál es la importancia de los ecosistemas marinos?

La biodiversidad y los ecosistemas marinos mantienen la salud ...



Los océanos y la vida que contienen son fundamentales para el funcionamiento saludable del planeta, ya que suministran la mitad del oxígeno que respiramos y absorben anualmente un 26% de las emisiones antropógenas de dióxido de carbono emitidas a la atmósfera

Los hábitats marinos (océanos, mares, estuarios, marismas, manglares, arrecifes…) son frecuentemente menos conocidos que los terrestres (selvas, bosques y desiertos, etc.). Sin embargo, el océano esconde infinidad de ecosistemas esenciales para el funcionamiento del planeta: liberan la mitad del oxígeno que está presente en la atmósfera y absorben parte del dióxido de carbono y la mayoría del calor que producen las actividades humanas, manteniendo la temperatura terrestre constante. Además, los hábitats marinos concentran una gran biodiversidad que nos proporciona suministros alimenticios y biotecnológicos (medicamentos, biocombustibles, sustitutos del plástico…)

Los hábitats marinos están amenazados por las actividades humanas: la sobrepesca, contaminación, construcción de edificaciones (puertos, torres de extracción de petróleo, etc.), tráfico marino, vertidos tóxicos, introducción de especies invasoras, acuicultura y un largo etcétera.

5 amenazas para el océano

1. El cambio climático



Es cierto que el océano tiene un papel fundamental en la regulación de la temperatura del planeta y, por lo tanto, en la lucha contra el cambio climático dada su capacidad para absorber el CO2. Pero no es un sumidero infinito de dióxido de carbono que soportará de forma sobrenatural todos los impactos de nuestras acciones; el océano tiene su límite: cuanto más CO2 absorbe, más aumenta la acidez del mismo, cambiando su química natural y disminuyendo su capacidad de amortiguar el impacto del calentamiento global. En la actualidad, el océano absorbe alrededor del 30% del CO2 producido por los seres humanos, lo que ha provocado que la acidez oceánica haya aumentado un 30% desde el inicio de la revolución industrial. La mejor forma de luchar contra esta amenaza es reducir las emisiones de CO2 en línea con lo planteado en el Acuerdo de París, que sitúa el límite del aumento de temperatura en 1.5ºC. Las empresas pueden comprometerse con esta lucha a través de la campaña Business ambition for 1.5 de UN Global Compact.

2. La contaminación, la basura y los plásticos



El 40% del océano está afectado por la contaminación, lo que impacta negativamente sobre los hábitats y la biodiversidad. Y es que, la mayoría de los desechos que producimos en tierra van a parar a los océanos, desde combustibles y fertilizantes hasta las famosas bolsas de plástico, ya sea a través del vertido deliberado o de la escorrentía de las aguas a través de ríos y desagües. En particular, las toneladas de plástico llegan al océano cada año, estimadas en 13 millones, son una de las amenazas más preocupantes para el océano tanto a nivel nacional como internacional ya que provocan, entre otros daños, la muerte de 100.000 especies marinas. En este sentido, las soluciones pasan por una mejor gestión de los residuos y una apuesta por la innovación tanto en el reciclaje como en la producción en materiales alternativos al plástico y otros productos contaminantes.

3. La destrucción del hábitat, la presión en el ecosistema y la pérdida de biodiversidad

La vida submarina está en constante amenaza: el exceso de pavimentación en la costa, el vertido de nutrientes derivados de la agricultura al océano o el tratamiento inadecuado de las aguas residuales son algunos de los principales causantes de la destrucción de este hábitat. De hecho, en el caso de los arrecifes de coral, aproximadamente un 20% de ellos se han perdido y otro 20% se ha degradado, y no son las únicas víctimas de estas acciones. Esto nos indica que debemos de cambiar nuestro modo de conectar con este hábitat, reduciendo el impacto sobre sus costas y abogando por un turismo sostenible y no intrusivo.

4. La sobrepesca y sobreexplotación de recursos marinos

Un dato que refleja el efecto de la pesca insostenible que se ha dado en las últimas décadas es que, a pesar de que las flotas pesqueras han aumentado considerablemente desde la mitad del siglo pasado, éstas deben invertir 5 veces más esfuerzo para obtener el mismo volumen de capturas. ¿El motivo? La población de peces ha disminuido en consecuencia de la sobrepesca. De hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que aproximadamente el 60% de las reservas de peces están plenamente explotadas y en el otro 30% se pesca de manera insostenible. Una gran parte del sector pesquero es consciente de ello y por eso han reorientado sus estrategias empresariales para adaptarlas a la pesca responsable y cumplir con los Principios para un océano sostenible.

5. Gobernanza débil

Gran parte de las amenazas que sufren los océanos son resultado de las brechas existentes en la gobernanza mundial de este ecosistema que provocan que casi dos tercios de las aguas oceánicas estén desprotegidas por situarse fuera de la jurisdicción nacional de los países. Esta falta de gobernanza da vía libre a acciones con un alto impacto negativo en la salud del océano, como la pesca ilegal. Para hacer frente al problema, los 193 Estados miembro de Naciones Unidas pretenden alcanzar en 2020-2021 un Tratado Global de los Océanos que proteja la biodiversidad marina más allá de las fronteras nacionales y asegure la explotación sostenible de este medio.


¿Qué pasa si se altera el ecosistema acuatico?

Contaminación y problemas del agua

La contaminación de las corrientes de agua afecta directamente a los animales y plantas acuáticos, pero también a los que la emplean para beber, a las plantas que se nutren de ella y en general, a todos aquellos seres vivos que dependen de ella para su subsistencia



¿Cómo afecta la contaminación a los ecosistemas acuáticos de Panamá?

Las principales especies afectadas son la población de ballenas azules (en peligro de extinción) y cetáceos. En esta zona de Centroamérica residen especies marinas altamente migratorias como son por ejemplo, los atunes, los delfines y las tortugas. Es un claro impacto negativo del canal.



¿Cómo se contaminan los ecosistemas marinos?

Contaminación marina: explicación | National Geographic

Algunos de los contaminantes más comunes derivados de la actividad humana son los plaguicidas, herbicidas, fertilizantes químicos, detergentes, hidrocarburos, aguas residuales, plásticos y otros sólidos.
 

¿Cómo afecta el ser humano a la vida marina?
El desarrollo y las actividades humanas producen contaminación (contaminación puntual, difusa y acústica), alteraciones químicas (acidificación del océano) y modificaciones físicas (cambios en las playas, costas y ríos). Además, los humanos hemos eliminado a una gran parte de los grandes vertebrados del océano


  

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